¿Qué es un tratamiento psicológico?

¿Qué es un tratamiento psicológico? Esa es la primera pregunta que debemos plantearnos cuando pensamos en la terapia psicológica y sobre la cual existen multitud de ideas erróneas preconcebidas en nuestra sociedad. Mucha gente piensa que el psicólogo es como un amigo al que vas para contarle tus penas, desahogarte y obtener consejo y orientación sobre lo que hacer con tu vida. Sin embargo, existen diferencias radicales entre un amigo y un psicólogo.

Es cierto que ambos tipos de intervención (la del amigo y la del psicólogo) tienen como objetivo resolver el problema de una persona. Sin embargo, el psicólogo se centra exclusivamente en problemas psicológicos mientras que el amigo puede también intentar resolver un problema económico de su amigo, repararle el ordenador, etc.

Bien, ahora surge otra pregunta… ¿qué entendemos por psicológico? La psicología es el estudio científico de los procesos mentales y del comportamiento de los seres humanos y sus interacciones con el ambiente físico y social. A través de este estudio se pretende conocer por qué las personas se comportan como lo hacen y predecir futuros comportamientos, modificándolos si este es el objetivo de la persona que viene a consulta. Para ello se utilizan las estrategias que utiliza cualquier ciencia: primeramente se describe de manera concreta el comportamiento problemático, se mide o evalúa y se hace un análisis causal entre el comportamiento que muestra la persona y las características concretas de su entorno. Para ello necesitamos conocer con precisión: el contexto donde ocurre la conducta, su frecuencia, su intensidad, su duración y las consecuencias que tiene para la persona este comportamiento. Esto es relevante ya que gracias a este análisis podemos pasar a utilizar los procedimientos o técnicas psicológicas que han demostrado ser eficaces para esos problemas concretos. Sin embargo, no demos olvidar que, aunque se parte de unas leyes de aprendizaje que son válidas de manera universal, cada análisis y cada tratamiento psicológico debe ser único ya que no existen protocolos estándar, pues el caso de cada persona tiene características propias que lo diferencian de los demás. Como es lógico, un amigo no sigue esta metodología científica para resolver los problemas psicológicos de su amigo, sino que se basa en la intuición, sus emociones y en sus propias experiencias.

Por otra parte, otra de las diferencias fundamentales entre un amigo y un psicólogo es que la relación que se establece con el amigo es bidireccional (ambos comparten mutuamente aspectos de su vida e intentan ayudarse el uno al otro) mientras que la relación con el psicólogo es unidireccional (es solo el paciente quien revela aspectos de su vida y solicita ayuda). Además, la relación con un amigo se trata de una relación muchísimo más cálida y cercana que abarca muchos aspectos más que la relación con un psicólogo. Por ejemplo, con los amigos son frecuentes los abrazos o actividades de ocio, mientras que esto no ocurre en la relación que se establece con el psicólogo. Esta distancia que el psicólogo toma en su relación con el cliente es lo que le permite ver el problema con objetividad y actuar basándose en hechos más que en sentimientos.

Por último, destacar que, aunque son diferentes entre sí, ambos tipos de relación son muy beneficiosos para las personas que presentan algún tipo de problema psicológico ya que se complementan entre sí. De hecho, está comprobado que tener un buen apoyo social incrementa las opciones de éxito en terapia.

 

Bibliografía:

Froján, M. X. y Santacreu, J. (2008). ¿Qué es un Tratamiento Psicológico? Madrid: Biblioteca Nueva.

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